El pie diabético (síndrome del pie diabético, SSE) es una complicación de la diabetes mellitus, en la que se producen lesiones purulentas-necróticas y no purulentas de los pies. Con lesiones profundas del tejido purulento-necrótico, el riesgo de amputaciones altas de las extremidades inferiores es del 30 al 70% y la mortalidad debido al desarrollo de gangrena es del 20 al 30%.
Casi el 25% de los pacientes con diabetes padecen el síndrome del pie diabético.
¿Qué es el pie diabético?
La diabetes mellitus (DM) es una patología crónica grave que se desarrolla como resultado de una deficiencia absoluta o relativa de la hormona insulina. Una de las complicaciones más graves de la diabetes son los trastornos circulatorios y de inervación.
Los trastornos circulatorios provocan:
- a la retinopatía diabética, que causa ceguera;
- a la nefropatía diabética, que es uno de los principales factores en la formación de daño renal terminal;
- miocardiopatía diabética, que causa la muerte en el 20-25% de los pacientes con diabetes;
- a la neuro y angiopatía diabética, que desempeñan un papel importante en la patogénesis del síndrome del pie diabético (SSE).
Según la definición de la OMS, el síndrome del pie diabético (SSE) es una infección, úlcera y/o destrucción de tejidos profundos asociada a trastornos neurológicos y disminución del flujo sanguíneo principal en las arterias de las extremidades inferiores, de diversa gravedad. El síndrome también incluye daños no purulentos en los pies como resultado de la destrucción ósea: la osteoartropatía diabética.
Los procesos necróticos purulentos de las extremidades inferiores asociados con la SSE provocan amputaciones entre 20 y 40 veces más a menudo que en pacientes sin diagnóstico de diabetes mellitus. La gangrena se desarrolla en el 7-11% de los casos.
Casi el 25% de los pacientes con diabetes padecen el síndrome del pie diabético.
La mayoría de los pacientes con síndrome del pie diabético son personas mayores de 60 años con una serie de enfermedades crónicas (aterosclerosis obliterante - 61-70%, enfermedad coronaria - más del 67%, hipertensión arterial - 38, 5%), así como manifestaciones de daño orgánico ( retinopatía - 37, 5%, nefropatía - 62, 5%).
Síntomas del síndrome del pie diabético
Los signos evidentes de pie diabético en la diabetes mellitus pueden estar ausentes durante varios años.
Los siguientes síntomas deberían alertarlo:
- cojera;
- hinchazón e hinchazón de las piernas;
- pesadez en las piernas al caminar;
- entumecimiento de las piernas;
- piel seca de las extremidades inferiores;
- grietas profundas en el pie: se inflaman y tardan mucho en sanar;
- la aparición de pequeñas erupciones o llagas;
- sensación de calor en las piernas al tocarlas;
- callos y ampollas frecuentes;
- cambio en el color del pie: enrojecimiento, azul, palidez. El enrojecimiento alrededor de las heridas es especialmente peligroso: indica infección.
Los pies diabéticos lucen diferentes para cada persona. Muy a menudo, la extremidad es de color rojo brillante con callos y pequeñas heridas. A veces, las uñas encarnadas amarillentas llaman la atención. El pie deja de sudar.
A medida que la condición empeora, el cuadro clínico empeora. Surgen síntomas específicos. El pie diabético neuropático se caracteriza por un pulso arterial estable, un umbral de dolor aumentado y ningún cambio en el color de la piel. El pie diabético isquémico se manifiesta por necrosis del pie y los dedos, piel pálida, insuficiencia arterial y extremidades frías. En la forma mixta, se desarrollan artrosis y artritis, pero el paciente no siente ningún efecto desagradable. Es posible que se produzcan dislocaciones de las articulaciones, pero debido a la baja sensibilidad, el paciente no siente ningún cambio. Un hueso roto raspa la piel y provoca una infección secundaria.
Tipos de pie diabético
Hay varias formas de la enfermedad:
- Neuropático. Se diagnostica con mayor frecuencia. Asociado con la deformación del sistema nervioso. La sensibilidad de las extremidades es tan reducida que el paciente no siente el tacto, dolor por crujidos de los pies y pasos con úlceras en la planta. Úlceras con bordes lisos. Se siente caliente cuando se toca.
- Isquémico. Asociado con cambios en la circulación sanguínea en las extremidades. Las características distintivas son frialdad en las piernas, dolor intenso en las piernas al caminar, hinchazón de los músculos de las pantorrillas y los tobillos. Las úlceras son irregulares y se encuentran entre los dedos.
- Neuroisquémica. También llamado mixto. La forma más peligrosa de pie diabético, porque se alteran simultáneamente tanto la circulación sanguínea como las funciones del sistema nervioso periférico.
Etapas de desarrollo
El síndrome aparece de forma secuencial y se desarrolla como una avalancha. Con la nueva etapa, se agudizan nuevos síntomas.
Las etapas del flujo son:
- Etapa inicial. La forma del pie cambia, el hueso se deforma y se forman ampollas y callos.
- Primera etapa. Se forman úlceras en la superficie de la piel, pero la estructura de las estructuras subcutáneas no cambia.
- Segunda etapa. Las úlceras se profundizan en la capa dérmica de la piel, los músculos, los tendones y las articulaciones.
- Tercera etapa. La úlcera se profundiza hasta el tejido óseo. Se desarrolla un absceso y osteomielitis.
- Cuarta etapa. Se forma gangrena limitada en la parte de apoyo del pie. La extremidad se vuelve negra desde las yemas de los dedos. La zona afectada tiene bordes lisos y claros. Es posible salvar la extremidad mediante cirugía.
- Quinta etapa. Aumenta el área de gangrena. El proceso patológico se traslada a la parte inferior de la pierna. Se desarrolla necrosis tisular. La destrucción es irreversible, por lo que la única opción es la amputación.
Causas y factores de riesgo del SDS
Los principales factores que provocan daños en las extremidades inferiores en la diabetes mellitus son:
- angiopatía diabética (daño a los vasos sanguíneos);
- neuropatía diabética periférica;
- deformación de los pies con formación de zonas de alta presión (osteoartropatía diabética);
- Infección de tejidos dañados.
Angiopatía diabética
Se ven afectados tanto los grandes vasos (macroangiopatía) como los vasos del sistema microcirculatorio (microangiopatía). La hipoxia tisular crea las condiciones para la formación de necrosis y gangrena.
Los factores de riesgo para el desarrollo de micro y macroangiopatías son hiperglucemia, resistencia a la insulina e hiperinsulinemia, hiper y dislipidemia, hipertensión arterial, aumento de la coagulación sanguínea y agregación plaquetaria, disminución de la fibrinólisis y alteración de la función endotelial vascular.
Neuropatía diabética
La neuropatía diabética es una lesión del sistema nervioso central y periférico debido a la diabetes mellitus, que afecta las fibras sensoriales y motoras.
Una disminución de la sensibilidad sensorial en la neuropatía no permite evaluar adecuadamente el peligro de un factor dañino: zapatos ajustados, cuerpo extraño, temperatura elevada, etc. El trauma constante en el contexto de una capacidad de curación reducida y una microcirculación alterada contribuye a la formación de úlceras tróficas.
La neuropatía motora provoca una atrofia progresiva de los músculos de las extremidades inferiores, deformación del pie y un cambio en sus puntos de apoyo. Se forman hematomas en nuevos puntos de apoyo, seguidos de la formación de una úlcera y su infección.
Osteoartropatía diabética
La osteoartropatía diabética (DOAP, pie de Charcot) es una de las complicaciones tardías de la diabetes mellitus. Se trata de la destrucción progresiva de una o más articulaciones del pie debido a una neuropatía. DOAP conduce a la destrucción anatómica del aparato óseo-ligamentoso del pie, deformidades del pie y al desarrollo de defectos ulcerativos.
Los factores predisponentes también incluyen:
- Micosis. Las enfermedades fúngicas aceleran la propagación de las úlceras a las capas más profundas de la piel.
- Uñas encarnadas. Si la pedicura se realiza incorrectamente, el borde afilado de la uña se adentra en la piel, infectando así el tejido.
Los factores de riesgo en los diabéticos aumentan si existen enfermedades concomitantes o las siguientes condiciones:
- enfermedades vasculares – venas varicosas, trombosis;
- el pie está deformado: pie plano o hallux valgus;
- abuso de alcohol o nicotina;
- usar zapatos ajustados con hormas incómodas. El pie diabético suele empeorar por este motivo. Aparecen callos o ampollas de agua. Si los arrancas, queda una herida. Al usar zapatos, aumenta el riesgo de infección y supuración.
Los endocrinólogos distinguen tres grupos de pacientes. El primer grupo incluye a los diabéticos cuya pulsación arterial en el pie no cambia y se conserva la sensibilidad. El segundo grupo incluye pacientes que tienen deformidades en el pie, falta de pulso en la parte de apoyo del pie y sensibilidad reducida. El tercer grupo incluye pacientes que tienen antecedentes médicos de amputaciones.
La probabilidad de desarrollar el síndrome es mayor en diabéticos con enfermedad coronaria, aterosclerosis vascular, hiperlipidemia y polineuropatía periférica.
Los peligros del pie diabético
El pie diabético en la diabetes es peligroso porque se desarrolla de forma latente en la primera etapa. El paciente no siente ningún cambio, no hay síntomas externos, no hay dolor. Esto se explica por la muerte de las terminaciones nerviosas del tobillo. Poco a poco, la enfermedad empeora y los síntomas aumentan en las últimas etapas, cuando el tratamiento médico resulta ineficaz. Si el paciente retrasa la visita al médico, existe riesgo de gangrena. Debido a esto, se realiza una intervención quirúrgica, incluida la amputación de la extremidad.
El pie diabético neuropático es el más peligroso. Cuando ocurren complicaciones, el flemón se desarrolla rápidamente.
Diagnóstico
Lo primero que debes hacer si tienes pie diabético es pedir cita con tu médico. Un endocrinólogo y un neurólogo diagnostican la enfermedad y prescriben una terapia conservadora. Un podólogo ayuda a mejorar la apariencia de tus piernas.
En la cita, el especialista realiza una prueba de sensibilidad y palpación, mide la oxihemoglobina en la sangre, registra la presencia de heridas y grietas en los pies, escucha el flujo sanguíneo en las arterias del pie para detectar ruidos patológicos.
Para establecer un diagnóstico, se prescribe un examen completo:
- radiografía para evaluar el estado de los huesos;
- análisis de sangre para determinar la inflamación y los niveles de glucosa
- Dopplerografía y ecografía para examinar el estado de las arterias y venas y determinar la ubicación de la obstrucción de los vasos sanguíneos;
- Angiografía con contraste de rayos X para una evaluación general del estado del flujo sanguíneo en las extremidades inferiores.
Tratamiento del síndrome del pie diabético
En casa, el tratamiento se reduce a terapia con antibióticos, alivio del dolor, normalización de los niveles de glucosa y terapia local. Si el paciente busca ayuda médica en la tercera etapa o más tarde, se prescribe tratamiento quirúrgico.
Métodos de tratamiento conservador de la gangrena del pie diabético:
- terapia local: las úlceras se tratan con antisépticos o toallitas bactericidas varias veces al día;
- tomar antibióticos para combatir infecciones;
- tomar medicamentos para la circulación sanguínea normal;
- analgésicos para aliviar el dolor;
- tomando diuréticos, antagonistas del calcio, inhibidores de la ECA para normalizar la presión arterial.
Para combatir la glucemia en la diabetes tipo 1, se ajusta la dosis de insulina, en la diabetes tipo 2 se prescribe terapia con insulina.
Si las úlceras del pie diabético han penetrado en los vasos sanguíneos o en los huesos, se prescribe cirugía. Los métodos quirúrgicos son los siguientes:
- Angioplastia. El cirujano restablece la circulación sanguínea realizando una angioplastia. Se restablece el movimiento de la sangre a través de la punción de la arteria. Esto le permite salvar la extremidad y eliminar las áreas gangrenosas afectadas.
- Necrectomía. Si el área de tejido moribundo no mide más de unos pocos centímetros, el médico extirpa las áreas afectadas, incluido el tejido sano.
- Endarterectomía. Una operación para eliminar un coágulo de sangre de una arteria y restaurar el flujo sanguíneo normal a través de ella. El cirujano retira el material de bloqueo del interior de la arteria, así como cualquier depósito aterosclerótico.
- Derivación autovenosa. El cirujano recolecta una línea de sangre tubular adicional para permitir que la sangre fluya hacia el pie.
- Colocación de stent en las arterias de las piernas. Si la ecografía mostró pegado de las paredes de los vasos, el médico instala mallas especiales en la arteria del pie, que expanden la luz de las venas.
Recomendaciones para pacientes
El tratamiento es eficaz sólo cuando la diabetes se estabiliza y se mantienen los niveles de glucosa en sangre.
Para normalizar el azúcar, es importante seguir una dieta. Es necesario abandonar los carbohidratos rápidos y aumentar el consumo de alimentos vegetales. El azúcar se reemplaza por fructosa.
El cuidado del pie diabético en la diabetes mellitus se reduce a:
- Hidratación diaria de la piel de los pies para prevenir grietas.
- Usar zapatos con plantillas ortopédicas. Los zapatos deben tener una suela rígida y rígida, una plantilla blanda de un centímetro de largo y un borde frontal biselado del talón. Es recomendable elegir zapatos con cordones para ajustar el ancho cuando las extremidades estén hinchadas. No se recomienda usar los mismos zapatos. Las plantillas deben cambiarse cada dos días y los zapatos deben ventilarse.
- Una pedicura cuidada. Es necesario cortar las uñas no desde la raíz, sino retrocediendo un par de milímetros. Completar los trámites mediante presentación.
Si estás enfermo, está prohibido:
- Camine descalzo incluso con heridas curadas. Es necesario usar calcetines y medias confeccionados con tejidos naturales, seleccionados según la talla. No deben ejercer presión sobre la extremidad.
- Camine mucho tiempo en el frío. El frío provoca vasoconstricción y mala nutrición de las extremidades.
- Frote y vaporice sus pies, use una almohadilla térmica para calentar.
- Cubre las llagas con una curita.
Prevención
Si se diagnostica diabetes mellitus, se debe prestar especial atención a la prevención del síndrome.
PorqueSi la sensibilidad de los pies disminuye, conviene inspeccionarlos diariamente y tratar cuidadosamente las zonas lesionadas con agentes antisépticos y emolientes para prevenir el desarrollo de un proceso infeccioso.
Es importante vigilar la higiene de los pies, para evitar la aparición de callos, grietas, abrasiones y zonas de piel seca.
Debes elegir zapatos con una horma cómoda que no restrinja tus pies.